Hoy es el día mundial de la fotografía y no puedo dejar de dedicarle un post a esta fecha. La fotografía me acompaña desde muy chiquita, cuando a los 10 años empecé a juntar álbumes con las fotos que tomaba en mi día a día. Qué gran momento era el de ir a la tiendita Kodak del barrio a recogerlas, ¡tremenda magia la de la era analógica!
Cuando llegué a la universidad, pude experimentar y aprender mucho más. Empecé a “cachuelear” como fotógrafa de eventos, y después fui probando de todo: fotografía de bodas, fotografía de moda, fotografía artística, fotografía de cine, hasta que me decidí por especializarme en fotografía de producto, que es la que más me gusta hacer (y en la que mejor me desenvuelvo).
La fotografía es luz, es magia, es inmortalizar. La fotografía es volver a vivir, es mirar a través de distintos lentes, mirar bonito y con amor.
Allá por el 2011 bauticé mi emprendimiento como Ojo de Pez. ¿Por qué lo llamé así? El ojo de pez es un lente de fotografía que te permite una visión muy amplia, y siempre quise que mis ojos miren así. Hoy, un seguidor me preguntó si le había puesto de nombre Ojo de Pez por mis ojotes, y creo que acertó, de todos los lentes de fotografía tuve que elegir este, tal vez porque es el que se siente más yo… y yo soy feliz mirando a través de mis ojotes de pez.
Gracias por leer 🙌🏼.
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